lunes, 3 de diciembre de 2007

Ganadores del concurso Telefónica Vida 10.0


Primero que nada felicitamos a nuestro querido compatriota Leo Nuñez que con su instalación Propagaciones obtuvo el tercer premio en la versión 10.0 de la competición internacional de arte y vida artificial que todos los años organiza Telefónica de España. Los artistas argentinos que trabajamos en arte y tecnología hemos ganado una serie de importantes galardones en las últimas versiones de este premio. Propagaciones, pone en el mundo real unos robots autómatas que reproducen las ideas arquetípicas de vida artificial de los Juegos de vida creadas por John Conway en 1970. En la página que anuncia los premios de Telefónica definen a Leo como escultor de máquinas y lo ponen a la altura de artistas tan dispares como Duchamp, Takis, Tinguely e Ihnatowicz. La instalación consiste en 50 robots idénticos y rotativos colocados en la cima de unas varillas. Cada pieza tiene una luz, y un sensor que puede captar la iluminación de otras piezas vecinas. Cuando un sensor percibe luz, provoca que el robot comience a rotar. Su emisor de luz será a su vez captado por otras piezas, que también comenzarán a girar. Aparecen comportamientos emergentes colectivos que el público puede variar enfocando una linterna sobre alguno de los sensores lumínicos.

Más allá de este importante logro local hay que destacar el primer premio obtenido "Mission Eternity Sarcophagus" obtenido por los suizos de la etoy.CORPORATION. Etoy.corporation lanzó el proyecto Mission Eternity en 2005. Este proyecto es por un lado un acercamiento respetuoso al deseo del ser humano de sobrevivir de alguna forma después de la muerte, y por otro, un trabajo irónico sobre las fantasías de ciencia-ficción que creamos para satisfacer ese deseo. Misión Eternity Sarcophagus es una de las materializaciones de este proyecto. Se trata de un sepulcro móvil que contiene y muestra retratos interactivos de aquellos que desean que sus memorias sean conservadas digitalmente. Del tamaño de un contenedor de carga estándar que puede viajar a cualquier parte del mundo, el Sarcophagus dispone de una pantalla LED inmersiva que cubre paredes, techo y suelo. Es ahí donde se puede visualizar la información contenida en las cápsulas virtuales que almacenan los recuerdos de los muertos. Estas cápsulas virtuales están localizados en la memoria compartida de cientos de ordenadores interconectados a través de Internet. Los propietarios de estos ordenadores son llamados Mission Eternity Angels, los cuales aportan una pequeña parte de la memoria de sus ordenadores para mantener vivos los recuerdos digitales de los difuntos. En la actualidad hay 765 “ángeles” y dos voluntarios que han aceptado que sus recuerdos queden encerrados en este sarcófago electrónico. Los retratos interactivos están compuestos de textos, entrevistas, fotografías familiares, etc. Sarcophagus explora el nuevo mundo social generado entre usuarios de ordenadores interconectados. En este caso los usuarios conectados tienen el objetivo común de mantener algo en vida, lo cual puede invocar sentimientos intensos como los de cuidado y protección.

El segundo premio fue para los australianos Oron Catts y Ionat Zurr, con su proyecto NoArk.
Catts y Zurr, los artistas del proyecto Tissue Culture and Art, consideran que la biomasa que crece en el bioreactor de NoArk es un neo-organismo semiviviente o una forma de sub-vida. Debido a su origen, muestras de tejido de distintos tipos, este ente quimérico participa en el vasto dominio de las cosas vivientes. Pero es huérfana, carece de parentesco y de afinidades, y está abandonada por el sistema de clasificación lineano que se basa en la coherencia orgánica. NoArk consiste en una vitrina transparente que recuerda a un armario de curiosidades del siglo XVIII. Este contenedor alberga tanto el bioreactor que mantiene vivo a la biomasa como una recopilación de animales muertos y preservados. Estos componentes rotan juntos dentro de la vitrina y hacen patente al público las inefables características de las células vivientes, cuyas propiedades son para nosotros tan inmediatas como intangibles. La célula es la más básica de las unidad de vida auto-organizativa. Cultivada en un medio separado de la vida tal y como la conocemos, se transforma en un ente sintético. Esta abstracción de la vida es común en un laboratorio científico, pero radicalmente nuevo como un dispositivo artístico que se presenta al público. La cosa semi- viviente que podemos ver en NoArk traspasa las fronteras entre categorías y taxonomías, de forma parecida a la infinita transterritorialidad de la información digital. Mientras el organismo semi-viviente de NoArk se encuentre bajo soporte vital, su información biológica se mantiene en el tiempo y en el espacio, y plantea la sorprendente interrogación de cómo puede desplegarse – y categorizarse - esta sintética forma de vida en nuestra realidad.
Recomiendo entrar a la página de vida 10.0 y para ver los videos de los premios